El paracaidismo, deporte extremo que te pude costar la vida, si eres una persona distraída

¿Qué pasaría si fueras una persona distraída y te da por practicar el paracaidismo? ¿Cuál sería el resultado?.

Iniciemos con la historia del paracaidismo, la cual se remonta a muchos años por el 852, según History Channel, cuando Abbas Ibn Firnán decidió lanzarse de una torre en Córdoba, España. Se desplazó por el aire usando una tela en forma de alas para aguantar la caída a la tierra, sobreviviendo con lesiones menores.

En el año 1783 el francés Louis-Sébastien Lenorman fue quien inventó el primer paracaídas práctico, conformado por la campana, los cordones y el atalaje.

En un principio el paracaidismo era estrictamente para motivo militar, pero a partir de 1970 fue catalogado como deporte.

Entremos en detalle.

Primero que todo, responde a esta pregunta ¿Eres una persona distraída u olvidadiza? La distracción muchas veces te puede llevar a situaciones vergonzosas, como por ejemplo, te presentan a una persona la cual te dice su nombre y al instante se te olvida.

Lees una dirección para asistir a alguna cita o reunión importante, pero la olvidaste y ese mensaje que debías responder a algún compañero de trabajo o por asunto de negocios, también se te olvidó, quedando como un irresponsable ante ellos.

Estas personas tan distraídas podrían dañar su reputación, pero algunas veces incluso, podrían sufrir una muerte horrenda, así es, ¿piensas que el ser distraído podría quitarte la vida?

Pues, hablemos de Ivan Lester McGuire, quien a sus 35 años era un paracaidista experimentado, sumaba más de 800 saltos y su especialidad era la de grabar a los paracaidistas en el salto en “tándem”, que consiste en una variación del paracaidismo convencional en la que un aprendiz de paracaidismo salta junto a un instructor unidos por medio de un sistema de doble arnés.

En 1988 La idea era crear un video tutorial de paracaidismo en las clases previas que se les da a los clientes que quieren vivir la experiencia en salto “tándem”. McGuire muy detallista, tenía como responsabilidad preparar la cámara, conseguir mejor lente, la batería a “full” en carga, entre otras cosas, porque solamente había una única oportunidad para poder grabar todo, por la naturaleza de la misión.

Llegó el momento, ingresaron al avión los tres, el instructor, el principiante e Ivan Lester Mcguire, quien documentaba todo, la previa, el momento en que el instructor daba las instrucciones al principiante, cada detalle con la única intención de que la grabación quedara lo más profesional posible.

3500 metros en el aire y llega el momento para saltar, primero el “tándem” instructor y principiante desde la puerta delantera, luego en la puerta trasera del avión saltó Ivan para poder tener una mejor toma del “tándem” saltando.

Llegó la tragedia.

Al momento de abrir los paracaídas, Ivan prosigue a jalar el cordón para abrir el suyo, pero, se da cuenta de algo muy importante…”Alguien!!! Ayuda!!!... gritaba Ivan con voz desesperada y desgarradora que se grabó en el video, Ivan se da cuenta que se le olvidó ponerse el paracaídas antes de saltar, en base a investigaciones, se confundió con la maleta que tenía la batería de la cámara, distracción fatal.

El avión se alejaba lentamente con el paracaídas de Ivan y el instructor nada pudo hacer desde su posición, vio caer a su compañero que se precipitaba con mucha velocidad a 200 kilómetros por hora a la superficie, su cuerpo apareció a dos kilómetros del aeródromo de donde había salido el avión.

Entre los restos encontraron la grabación la cual luego de ser revisada se pudo ver cómo el instructor y su estudiante eran grabados hasta que tiran del cordón para abrir el paracaídas y lo más sorprendente fue ver cómo Ivan trataba de encontrar el cordón de su paracaídas, pero no consigue encontrarlo. La película de la etapa final del salto se destruyó con el impacto.

Un portavoz de la FAA dijo que el equipo de video atado a su espalda podría haber sido confundido con un paracaídas.

Según el experto en accidentes de paracaidismo y profesor de psicología en la Universidad de Shippensburg, James Griffith, alrededor de 35 personas mueren cada año en accidentes de paracaidismo, de los aproximadamente 2,5 millones de saltos que se realizan, calculado en una muerte por cada 75.000 saltos.

Griffith destaca que el 10 % de lo fallecimientos que se producen en el paracaidismo, sería por el problema del “no tirar”, de “tirar a baja altitud”, o “tirar con poca determinación”, es decir, el problema del “tirar poco”. “El 75 % de estos casos es por error de cálculo o distracción, quizá porque están practicando una nueva técnica de vuelo”, concluyó.

En ocasiones sientes pavor porque se te olvidó un objeto personal, ¿Se imaginan a Ivan Lester Mcguire durante esos segundos antes de morir de manera horrenda, pensando en el paracaídas que se le olvidó?.