Warholm revalida su título mundial, Lyles a la final en 200 metros

El noruego Karsten Warholm, el segundo hombre más rápido de la historia en los 400 metros vallas, revalidó su título mundial tras imponerse este lunes en una de las finales más esperadas del Mundial de Doha, mientras que el estadounidense Noah Lyles selló su billete a la de 200 metros.

Warholm, que festejó su éxito luciendo un casco de vikingo, dominó con autoridad (47 segundos y 42 centésimas), relegando al estadounidense Rai Benjamin (47.66) a la plata y al ídolo local catarí Abderrahman Samba (48.03) al bronce.

Ese pulso a tres era uno de los más esperados de Doha-2019, con tres corredores estrella que acechan el viejo récord mundial del estadounidense Kevin Young, logrado en los Juegos Olímpicos de Barcelona-1992 (46.78).

Warholm era el hombre que llegaba más inspirado. Batió tres veces el récord de Europa, la última de ellas para dejarlo en 46.92, en la final de la Liga de Diamante en Zúrich a finales de agosto.

Se convirtió así entonces en el segundo mejor de todos los tiempos y confirmó su condición de favorito para esta cita en Doha, donde no decepcionó.

"Es fácil decir ahora qué es lo iba a pasar, pero yo no estaba muy seguro de ganar, si soy sincero. Era una carrera muy difícil", admitió. "Noruega es un país pequeño, así que mostrar esto al mundo es increíble", sentenció.

Fue la final estrella del día y eclipsó en cierta medida a la segunda salida a la pista del estadounidense Noah Lyles, que consiguió el mejor tiempo de las semifinales (19.86), justo por delante del ecuatoriano Álex Quiñónez (19.95).

También accedieron a la final otros favoritos como el británico Adam Gemili (20.03) o el canadiense Andre De Grasse (20.08), ese último bronce mundial en 100 metros el sábado.

El turco Ramil Guliyev (20.16), segundo de su serie, también pasó a la última etapa.

La principal eliminación de las semifinales fue la del jamaicano Yohan Blake, el segundo hombre más rápido de la historia en esta distancia (19.26 en 2011), que finalizó con 20.37 en esta ocasión.

Por su parte, avanzó a la final de 110 metros vallas, con el mejor crono de las series, el español Orlando Ortega (13.15).

La final de 200 metros será el martes y la de 110 metros vallas el miércoles.

Lasitskene, invencible

En las finales disputadas el lunes, más allá de la que coronó a Warholm, la rusa Maria Lasitskene, que compite con bandera neutral por la suspensión que sufre su país desde 2015 en el atletismo, se coronó por tercera vez consecutiva en el salto alto.

Lasitskene ganó la prueba superando una altura de 2,04 metros a la primera, lo que le valió para derrotar a la joven ucraniana de 18 años Yaroslava Mahuchikh, que también saltó esa altura pero en más intentos, por lo que tuvo que conformarse con la plata.

El podio lo completó la estadounidense Vashti Cunningham (2,00), que se quedó con el bronce.

Desde 2017, Lasitskene es casi invencible. Eleva ahora la cuenta a 45 victorias en 47 concursos en estas tres últimas temporadas.

"Es un cuento de hadas poder ganar un tercer título mundial", dijo la saltadora rusa.

Este mismo año mejoró a 2,06 metros su marca personal, algo que no pudo alcanzar en la final de este lunes, pero que le sitúa ya con la vista puesta en poder quebrar a corto o medio plazo la plusmarca mundial de la búlgara Stefka Kostadinova (2,09 metros).

Por su parte, el sueco Daniel Stahl se coronó en el lanzamiento de disco, tras llegar a 67 metros y 59 centímetros.

Las otras tres finales dieron títulos a países africanos.

El etíope Muktar Edris (12:58.85) revalidó su oro mundial en los 5.000 metros y la plusmarquista mundial keniana Beatrice Chepkoech (8:57.84) logró su primer título mundial en 3.000 metros obstáculos.

En los 800 metros, la victoria fue para la ugandesa Halimah Nakaayi (1:58.04), destronando así a la sudafricana Caster Semenya, la gran ausente tras dejar de competir por el nuevo reglamento internacional sobre las atletas hiperandróginas, que entró en vigor el pasado mes de mayo.