Nadal derrota a Federer en la final del Abierto de Australia

Ap
02 de febrero 2009 - 08:19

MELBOURNE, Australia (AP) — En otra final épica, Rafael Nadal venció el domingo a Roger Federer en cinco sets para convertirse en el primer campeón español del Abierto de Australia y de paso dejó en suspenso la búsqueda del astro suizo por igualar el récord de Pete Sampras, de 14 títulos individuales de Grand Slam. Tras disputar el partido más largo en la historia del torneo para alcanzar la final, Nadal necesitó de 4 horas y 23 minutos para derrotar a Federer 7-5, 3-6, 7-6 (3), 3-6, 6-2 en la Arena Rod Laver. Se trató de la tercera victoria consecutiva de Nadal sobre Federer en finales de Grand Slam. El número uno mundial también se impuso sobre Federer en el Abierto de Francia y en la final de Wimbledon, ambas el año pasado. Nadal se convirtió así en el primer español en ganar el título australiano. Ha ganado cinco de las siete finales de Grand Slam que ha jugado contra Federer y tiene ahora un registro global de 13-6 contra el suizo de 27 años. Además de sus victorias en el Abierto de Francia y en Wimbledon, Nadal reemplazó a Federer como el jugador número uno en agosto, después de ganar la medalla del oro en los Juegos Olímpicos de Beijing. Federer levantó dos puntos de campeonato desde 15-40 en el octavo game del quinto set, pero en el tercer match point erró con una pelota que se fue larga. Nadal se desplomó sobre su espalda sabedor de su victoria, antes de incorporarse y correr para estrechar la mano de Federer. Ambos se abrazaron en la red. Bañado en sudor, Nadal levantó el puño y apladió la ovación de pie que dieron los espectadores y después fue a saludar a su familiares y entrenador. Federer, en lágrimas, casi que ni pudo hablar durante la presentación. "Quizás lo intente más tarde. Dios, esto me está matando", dijo Federer, sollozando. Regresó al podio para felicitar a Nadal, diciéndole: "Te lo mereces. Jugaste una final fantástica". Nadal recibió el trofeo y abrazó a un compungido Federer. "Roger, discúlpame por lo de hoy. Sé lo que estás sintiendo", declaró Nadal. "Recuerda, eres un gran campeón, uno de los mejores en la historia". Cuando ganó tres de los cuatro majores en 2006 y 2007, Federer ejercio un dominio absoluto en el circuito, pero ahora ha perdido finalaes en tres superficies diferentes frente a Nadal. El mallorquín de 22 años ha ganado cuatro veces seguidas en la arcilla de Roland Garros y en césped superó a Federer en otra final épica de cinco sets en Wimbledon el año pasado. "Mejor imposible", dijo Nadal cuando le preguntaron sobre su inicio de temporada. Federer dijo que no ha tirado la toalla sobre si se conside capaz de ganarle a Nadal: "Claro que puedo. No me pasé cuatro horas y medio en la cancha sin creerlo". Aunque Federer superó a Nadal por un punto, 174-173, su saque le traicionó demasiado. Apenas tuvo efectividad de 51% en su primer saque y dio la impresión que sus seis doble faltas se produjeron en momentos clave. Y en el decisivo quinto set, con el partido en su punto de ebullición, fue Federer quien flaqueó. Federer sólo registró seis winners y 14 errores no forzados en el set. Nadal se creció ante el momento, apenas con dos errores no forzados y sólo cedió tres puntos cuando le tocó sacar en cuatro juegos. La final estuvo cargada de emoción y colorido, con espectadores ondeando banderas de España y Suiza. Pese a algunos chispazos de brillantez, el partido no deparó un tenis de alto vuelo al inicio. Pero le sobró dramatismo. Se notó que ambos jugadores comenzaron nerviosos, lo que derivó en errores inusuales. Ninguno quiso regalar nada y jugaron el límite. Intercambiaron quiebres de servicio en los dos primeros games. Normalmente calmado, Federer levantó el puño con un quiebre que le adelantó 4-2, pero de inmediato se le escapó con una doble falta en un punto de quiebre en el siguiente juego. Nadal logró el quiebre clave cuando Federer sacó con la cuenta 5-5. Los aficionados quedaron pasmados al mandar afuera una devolución de derecha ante una fácil pelota corta. Nadal no perdonó al irse arriba 15-40 y enterró un winner con su derecha y luego hizo valer su saque. Fue uno de varios momentos en el que la batuta del partido cambió súbitamente de manos. Cuando Nadal daba la impresión que no podía fallar nada ante un rival timorato y hasta temeroso de subir a la red, pero Federer no tardó en reaccionar. Logró ser más efectivo y a reducir sus errores en el segundo set. Luego que Nadal se fue arriba 4-3, Federer quebró el saque del español en sus siguientes dos juegos con servicio apara irse arriba 5-3 y encaminarse a igualar el duelo. La adrenalina iba en alza. "Roger, pónelo a sudar", gritó desde la tribunas un aficionado aludiendo a la interrogante sobre el resto físico de Nadal tras su agotador duelo previo ante su compatriota español Fernando Verdasco la noche del viernes. Pero no dio muestras de cansancio. Nadal le dio un particular agradecimiento a su tío y entrenador, Toni, por mencionarle que la final "era una oportunidad única que tal vez no se vuelva a presentar". "Que estuviera en el partido, que estuviera 100 por ciento preparado de mentalidad y en lo físico hasta que pudiera", añadió. El tercer set fue una verdadera joya. En medio de peloteos de hasta 20 golpes, Nadal levantó seis bolas de quiebres en sus dos últimos games con saque y Federer salvó un punto para set al sacar con el marcador 5-6. Una punzante volea de revés puso a Nadal arriba 6-3 en el desempate y Federer terminó de perderlo con una doble falta. Federer levantó cinco bolas de quiebre cuando tuvo el servicio con un 2-2 en el cuarto sets y seguido quebró el saque de Nadal para aventajar 4-2. Logró mantener esa diferencia y obligó ir al máximo de cinco parciales. El punto de inflexión se dio cuando Nadal logró el quiebre para irse arriba 3-1, justo cuando daba la medianoche. Fue la primera final australiana de cinco sets desde que el sueco Mats Wilander venció al local Pat Cash en 1988, la primera en el Melbourne Park.

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