Todavía no hay nada que celebrar!

El objetivo de clasificarse a la Copa de Oro se logró por parte de la selección de fútbol de Panamá. Dos triunfos por (2-0) ante Belice y Nicaragua, equipos más débiles de la UNCAF, fueron suficientes para obtener el boleto que no logramos en el 2003 como locales. Julio César Dely Valdés, técnico nacional, parece estar tranquilo con una selección que consiguió dos triunfos sin convencer, que no gusto a la marea roja y que no pudo golear a dos equipos que no existen en el fútbol. Todavía no hay nada que celebrar, todavía hay jugadores que les pesa la camiseta, y todavía Julio no demuestra ser un estratega que le implante un estilo de juego a la “roja”. El problema es visible hasta para un neófito en la materia, el “problemita” son los volantes de creación y los delanteros que han actuado en ambos partidos. Que nos puede esperar ante El Salvador, y posiblemente ante Honduras, si estos jugadores que se desempeñan en esas posiciones no lograron explotar ante unas defensas débiles, y ante equipos (Belice y Nicaragua) que no entienden la táctica, y fallan en los recorridos y las anticipaciones. En la conferencia de prensa después del partido ante Belice, le preguntamos a Julio ¿Puede haber la posibilidad de jugar un 1-4-3-3? Y el respondió: “A quien ubicó por los costado, a Brown, ajajá”. Y como es la vida, ante la desesperación de buscar el (2-0), Julio César, se acordó de que Gabriel Torres y Marcos Sánchez pueden jugar como puntas y de paso ambos jugadores cambiaron la cara de la selección en los últimos minutos. Ahora, gracias a Dios se incorporan a la selección Felipe Baloy y Blas Pérez. La llegada de Baloy debe sacar de la línea de cuatro en defensa a Erick Davis, mientras que Pérez acompañaría en el ataque a Roberto Brown. Este último párrafo es un mensaje para unos dos o tres aficionados y algunos periodistas “cepillones”: “Zapatero, su zapato” para poder analizar de fútbol, tienen que entenderlo, tienen que estudiarlo y tienen que ser imparcial. Engañar y apoyar al técnico con el bendito proceso puede joder nuestras esperanzas de ser campeones de UNCAF y a la clasificación a un Mundial. Julio no muerde, hay que cuestionarlo para que entienda que la “selección es de todos”. Jugador por jugador (ambos partidos) Jaime Penedo: No ha tenido trabajo. Belice y Nicaragua pudieron haber sacado dos tiros al marco cada uno. No hay dudas de que Jaime es el mejor en esas posición. 7.5 puntos. Adolfo Machado: Es un jugador polifuncional y como lateral derecho ha cumplido con buenos recorridos con balón pegado a la raya, además de una buena cobertura por esa banda. 8 puntos. Román Torres: Como central, lo hace mejor que como lateral. Ahora con la llegada de Baloy, el área penal de Panamá será respetable. Maestro de la anticipación y de la cobertura individual. 8 puntos. Giancarlo Cedeño: Al principio no entendía como Cedeño podía estar acompañando a Román como central. Tengo que aceptar su trabajo callado, y me atrevo a adelantar que él puede ser el mejor descubrimiento de Julio Dely. Con la llegada de Baloy debería pasar a jugar por izquierda. 7.5 puntos. Erick Davis: El fútbol se juega con ambas piernas, pero a Erick Davis le cuesta. Cuando este lateral le queda la pelota con el perfil derecho, hace un cambio de pierna donde pierde tiempo y también el balón. No pudo lograr volúmenes de centros por su banda izquierda y mucho menos pudo entrar al área penal contraria. Es el primer candidato a salir con la llegada de Baloy. 4.5 puntos. Eybir Bonagas: Ha sido el mejor jugador de Panamá en ambos partidos. Es lo más parecido a un volante mixto. Debe mejorar un poco su posición de remate fuera del área, y ayudar otro poquito más, en la marca, sobretodo por el círculo central de la cancha. 8.5 puntos. Amílcar Henríquez: En ambos partidos realizo casi a la perfección lo que los Delys le pidieron. Sacrificio, potencia, fuerza y recuperación son sinónimos para el hombre del Atlético Huila. 7.5 puntos Ricardo Buitrago: Tiene grandes cualidades físicas y técnicas con el balón, lastima que no domina las temporizaciones. Buitrago toma el balón y va porque va, nunca hace una pausa para buscar a su compañero más desmarcado. Lo mejor de él, fue el nacimiento de la jugada del primer gol de Panamá ante Nicaragua. 6 puntos. Armando Cooper: Su gran velocidad y potencia, no se coordina a la hora de tener el balón en sus pies. Como siempre he dicho, si Cooper tuviera el cerebro de “Pito” Rodríguez o Percival Piggott estuviera jugando en Europa. Lo mejor fue el recorrido ofensivo que lo llevo ha anotar el primero de Panamá. Roberto Brown: Cumplió con su gol ante Belice. El “Bombardero” es necesario en el once titular y con Blas Pérez como compañero podría ser más protagonista. Sin un centrador, Brown se va ha frustrar. Se comió tres goles ante Belice, pero supongo que fue mala puntería. 6.5 puntos. Luis Renteria: Se lució ante Nicaragua, pero él jamás va ha ser la salvación ofensiva de Panamá. Es un jugador con una mediocre recepción de balón con los pies y también a la hora del uno contra uno. Tiene que trabajar por el amor de Dios su tren inferior, no es lo mismo el biotipo de Nicaragua que el de Honduras y Costa Rica, “ojo”. 6 puntos. Edwin Aguilar: Su juego aéreo es su única virtud. Un jugador promedio debe correr de 10 a 12 kilómetros por juego, si Aguilar corre 5 es mucho. Aguilar es un jugador lento, no hace pressing y a la hora de integrarse al bloque ofensivo piensa dos veces hacer el recorrido, en fin es un vulgar “quechon”. 5 puntos. Gabriel Gómez: No tiene la velocidad de Amilcar, pero domina las temporizaciones y sabe ubicarse bien en los repliegues. 7 puntos. Gabriel Torres y Marcos Sánchez: En los pocos minutos que han jugado han demostrado velocidad, regate y efectividad en los pases en cortos. “Ojo” Julio ahí tienes tus dos wing, que decías no tener. 7 puntos (ambos).