Colombia y las claves para ganar a Brasil

Goal.com

Sin lugar a dudas una de las grandes incógnitas del partido de Colombia ante Brasil es el planteamiento que implementará José Pekerman ante la ‘Canarinha ‘, teniendo en cuenta que la Tricolor que está obligada a ganar, o por lo menos no perder, para seguir soñando el paso a la siguiente ronda de la Copa América.

El profe tiene dos opciones: salir a buscar el partido desde el vamos y jugarle de igual a igual a Brasil o darle el protagonismo al cuadro de Dunga y esperar al momento preciso para atacar. Sea cual sea el planteamiento ambos tienen pros y contras.

En dado caso que Colombia decida jugar de ‘tú a tú’ contra Brasil desde el inicio tendría grandes chances de lastimar a los cariocas que no se caracterizan por su buen juego defensivo. Sin embargo, el principal problema sería que los de Pekerman no puedan mantener la intensidad y se cansen muy rápido, o peor aún, que producto del desespero pierdan un balón y queden mal parados dejando vulnerable la portería nacional.

El otro extremo sería aguantar el partido, darle el protagonismo a Brasil y esperar que los multicampeones del mundo cometan algún error que le permita a los de Pekerman aprovechar los espacios con un contragolpe o capitalizar un error para poder montarse en el marcador. Aunque esta también es un arma de doble filo, ya que la defensa de Colombia no ha se ha mostrado muy afilada y puede que no resista todos los embates de los brasileros.

Lo mejor en este caso sería utilizar las dos, jugarle de igual a igual a Brasil, porque Colombia tiene con qué hacerle daño a los de Dunga. Eso sí, tiene que tener mucho cuidado y saber cuál es el momento indicado para atacar sobre todo para no dejar espacios libres que puedan ser explotados por los jugadores rápidos del rival.

Además Colombia necesitará prestar atención especial a lo que hagan Neymar y William por las bandas que hoy por hoy es una de las grandes falencias de la Tricolor.

Lo más importante de todo será la contundencia, Colombia no puede desperdiciar las pocas opciones que tenga porque la historia ha demostrado que a Brasil no se le puede perdonar.