¡Bienvenidos a Nueva Zelanda!

¡Kia Ora! ¡Bienvenidos a Nueva Zelanda! El planeta fútbol mira cargado de ilusión allá donde el sol sale primero y muestra su sonrisa más radiante. Y es que en esta isla de 4,5 millones de habitantes del Pacífico Sur brillarán por primera vez en el firmamento futbolístico algunas de las estrellas del futuro durante las próximas tres semanas. La XX edición de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA está a punto de empezar, y tanto la hospitalidad de los afectuosos Kiwis como el fútbol de primer nivel están más que garantizados.

Tras los pasos de Messi y compañía Cuando a las 13:00 horas del sábado día 30 de mayo arranque en Auckland el esperadísimo partido inaugural entre la selección anfitriona y Ucrania, caerá por fin el telón que indica el comienzo del torneo juvenil más importante de la FIFA. Los 504 mayores talentos de la categoría lucharán por levantar el preciado trofeo, espoleados por la ambición de hacerse un nombre en el panorama internacional. Cargados de espíritu aventurero y con el deseo de dejar su impronta en la historia del fútbol, las 24 selecciones participantes han viajado al considerado por muchos “paraíso natural de la Tierra” con el objetivo de suceder en el trono a Francia.

Bajo el lema "This is the One!", la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Nueva Zelanda 2015 augura muchas emociones. Los neozelandeses, amantes del deporte, saben perfectamente que la prueba reina les brinda una oportunidad única de ver en sus estadios a los diamantes en bruto de la categoría, procedentes de todos los rincones del planeta. "Lionel Messi, Ronaldinho, Michael Owen y Adriano disputaron ediciones anteriores de este certamen. Por este motivo, estamos ante una ocasión magnífica para que los Kiwis vean en acción a la próxima generación de superestrellas del fútbol", escribe el Primer Ministro de Nueva Zelanda John Key en su prólogo del programa del torneo publicado por el Comité Organizador Local (COL).

Muchos candidatos al título y grandes esperanzas La fase final del Mundial, que se celebrará en las siete ciudades sede de Auckland, Christchurch, Dunedin, Hamilton, New Plymouth, Whangarei y Wellington, promete un nivel de competencia extraordinario. Mientras Francia, campeona en la edición de hace dos años, quedó sorprendentemente eliminada en el clasificatorio para Nueva Zelanda 2015, Argentina, que no estuvo presente en Turquía 2013 y que con seis títulos es el combinado más laureado en esta categoría, parte como favorita junto con Brasil, que suma cinco entorchados.

Otras de las selecciones que han viajado con grandes ambiciones a Oceanía son Portugal, que ha levantado el trofeo en dos ocasiones, y Alemania, que se coronó en el Campeonato de Europa Sub-19 del año pasado. Y no hay que olvidar a los conjuntos siempre competitivos de África Occidental: Ghana ha jugado cinco semifinales, y en 2009 se proclamó campeona; Nigeria, por su parte, ha sido subcampeona dos veces y aspira a convertirse en el segundo entramado africano en dar el gran golpe.

"El Mundial Sub-20 es uno de los torneos punteros en la palestra internacional. No en vano, algunas de las mayores potencias futbolísticas del planeta lucharán por la gloria en Nueva Zelanda", afirma orgulloso Winston Reid en su entrevista con FIFA.com. Al capitán de los jóvenes All Whites, de raíces maoríes, le fascina por encima de todo la idea de que se enfrenten en la cancha estilos de juego distintos: "Cada partido tendrá su propio encanto, porque cada equipo planteará su filosofía y estilo propios".

Los modestos quieren impresionar Naturalmente, el corazón de los aficionados estará con el equipo anfitrión, cuya motivación no conoce límites. Con el aliento de los suyos, Nueva Zelanda confía en mejorar ostensiblemente su actual bagaje de dos empates y siete derrotas en sus tres participaciones anteriores en la Copa Mundial Sub-20. El seleccionador Darren Bazeley se muestra así de entusiasta: "Este torneo nos permite presentar de la mejor manera posible el fútbol neozelandés y los futbolistas de que disponemos. Nuestra misión es conseguir que los jugadores firmen buenos partidos, tanto por ellos mismos como por el país entero. ¡Este Mundial es una oportunidad fantástica para todos nosotros!".

Como ocurre muchas veces, también es probable que los debutantes en estas lides se ganen las simpatías del público. Myanmar y Fiyi participan por primera vez en una Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, y están decididos a dejar huella. "Todo aquel que visite Nueva Zelanda disfrutará de una estancia maravillosa. Como anfitriones, nuestra labor consiste en lograr que nuestros invitados regresen a casa con un recuerdo inolvidable. Estoy seguro de que el torneo será un gran éxito, y espero de verdad que sirva para prender la mecha del fútbol. Es cierto que el balompié está creciendo en nuestro país, pero no es ni mucho menos la disciplina más popular. Ojalá este Mundial sirva para que el fútbol empiece a gozar de una mayor atención y reconocimiento", comentó Reid.

Entusiasmo e inspiración Esta será la tercera vez que se dispute una Copa Mundial Sub-20 de la FIFA en esta parte del mundo, después de las dos que organizó Australia. Nueva Zelanda acogerá por tercera vez un torneo de la FIFA, tras haber sido sede del Mundial Sub-17 masculino en 1999 y del Mundial Sub-17 femenino en 2008. "Esperamos que este certamen contribuya a impulsar el fútbol tanto en el país como en toda la región, y que inspire a los jóvenes, chicos y chicas, a practicarlo más", escribe el presidente de la FIFA Joseph S. Blatter en el prólogo del programa del torneo publicado por el Comité Organizador Local (COL).

Numerosos diamantes en bruto, que en algunos casos ya se han hecho un nombre en el mundo del fútbol, aspiran en Nueva Zelanda a convertirse en nuevos ídolos. El brasileño Andreas Pereira, así como los argentinos Ángel Correa y Giovanni Simeone arden en deseos de que eche a rodar el balón tanto como los colombianos Jeison Lucumí y Andrés Tello. Procedentes de la Bundesliga, Marc Stendera y Julian Brandt quieren causar sensación con el combinado alemán, mientras que el nigeriano Moses Simon confía en demostrar su instinto goleador también en el Mundial, después de haber protagonizado una exitosa segunda vuelta en la Liga belga. Bill Tuiloma, por su parte, que milita en el Olympique de Marseilla francés, está decidido a guiar a los neozelandeses más allá de la fase de grupos.

La constelación, por tanto, no podría ser más prometedora. Estadios formidables, un público caluroso y entregado, así como algunos de los futbolistas jóvenes más talentosos del planeta darán lustre a la segunda competición más antigua de la FIFA. Todos ellos lucharán por la gloria y el honor y tendrán como objetivo alzar el trofeo al cielo de Auckland en la noche del 20 de junio. ¿Quién lo conseguirá? El idioma maorí les daría el siguiente consejo: "Que te vaya bien". ¡Kia Ora!