Y ahora qué va a pasar con Brasil?

Tras su desplome en los cuartos de final en Sudáfrica, Brasil regresa a casa sin el codiciado trofeo y con la maleta llena de desafíos, como buscar al hombre que tome las riendas de la selección ante una eventual salida de Dunga y reconstruya el equipo con miras a la próxima gran cita en su patio. Brasil falló por segundo torneo consecutivo en su objetivo de alzar la Copa del Mundo, al ser borrado del mapa en los cuartos de final el viernes por Holanda. Hace cuatro años en Alemania fue la misma historia, aunque el golpe se lo dio Francia. Su última consagración fue hace ocho años en el Mundial de Corea-Japón, una eternidad para los brasileños. Una vez asimile del todo el nuevo traspié, el pentacampeón mundial tendrá que reexaminar seriamente su futuro técnico y futbolístico tras dos descalabros al hilo, más cuando tiene por delante la organización de la Copa del Mundo de 2014. El asunto que salió a flote de inmediato fue el futuro de Dunga, quien insinuó tras la derrota que dejaría el cargo que asumió luego de la eliminación brasileña en Alemania. "Todos sabían desde el principio que mi contrato era por cuatro años", dijo Dunga. El ex capitán brasileño falló en darle a su país el premio más ansiado: La sexta Copa del Mundo. Dunga había renovado el equipo que fracasó en Alemania inyectándole sangre nueva, al tiempo en que le imprimió su estilo conservador, alejado del tradicional juego vistoso y ofensivo de Brasil. Sumó dos títulos —la Copa América de 2007 y la Copa Confederaciones de 2009— aunque para los brasileños el ciclo de Dunga terminó sencillamente en nada el viernes. Los medios en Brasil comenzaron de inmediato a barajar posibles nombres de candidatos que asomarían para sustituir al actual entrenador, de 46 años, y quien ganó como jugador la Copa del Mundo de 1994. Los más mencionados como posibles aspirantes a timonear la verdeamarela son el ex técnico del Milan italiano Leonardo, ex compañero de Dunga en el Mundial de 1998, y Luiz Felipe Scolari, quien condujo al equipo sudamericano a ganar el pentacampeonato en el 2002. "Felipao" fue contratado recientemente por el club brasileño Palmeiras. El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, habría sondeado varios nombres incluso durante el Mundial, entre los que figuraba Scolari, según la prensa brasileña. Sin embargo, la CBF objetó en su momento ese informe. Pero cualquiera sea el que lleve las riendas de la canarinha después de Sudáfrica, debe trabajar inmediatamente en estructurar un nuevo equipo y seguramente cambiarle su filosofía de juego. En ese proceso podrían mantenerse varios jugadores consagrados y que cuentan con la edad para aspirar a otro Mundial. También asoman algunos que pueden haber disputado la última Copa del Mundo, como los veteranos Lucio y Gilberto Silva, quienes, empero, se niegan a cantar el final de su carrera con la verdeamarela. "No creo que mi ciclo en la selección ha terminado", manifestó Lucio, de 32 años, y tercer jugador de mayor edad del equipo de Dunga. "Sigo pensando en jugar la Copa del Mundo del 2014". Lucio sumó en Sudáfrica su tercera Copa Mundial. Ayudó a ganar el título en el 2002, pero con la eliminación del viernes agregó su segunda gran decepción mundialista. Silva, un volante de marca de 33 años y quien también disputó su tercer Mundial, afirmó que no sabe cuál será su futuro. "El momento es muy triste y más adelante con más tranquilidad se decidirá qué va a pasar". En la verdeamarela podrían seguir conservando su puesto la base del equipo de Dunga, como el arquero Julio César, el lateral derecho Maicon, el volante Kaká y los delanteros Robinho y Luis Fabiano, con dos y tres goles cada uno en Sudáfrica, respectivamente. A excepción de Julio César que tiene 30 años, los demás están por debajo de esa edad. Brasil también tiene a varios jóvenes talentos que ya están dando mucho qué hablar en el fútbol local y que Dunga no los tomó en cuenta, particularmente el volante Paulo Henrique, de 20, y el delantero Neymar, de 18, ambos del Santos. Neymar ha deslumbrado a los hinchas con su velocidad y manejo del balón, y muchos lo han llamado el nuevo Robinho. "Algunos jugadores son muy talentosos, pero quizás no estén preparados aún para disputar un Mundial", manifestó Dunga antes del torneo. El primer compromiso importante que debe afrontar Brasil tras el Mundial será defender el título de la Copa América en Argentina en el 2011.