Keylor Navas y Memo Ochoa, de héroes al olvido

Texto de Marca.com

Bajo la sombra de Iker Casillas y Carlos Kameni han vivido la campaña 2014-2015 Keylor Navas y Guillermo 'Memo' Ochoa. Los dos guardametas, llegados con la condición de estrellas del Mundial de Brasil 2014, han pasado a ser dos héroes atados a los banquillos del Santiago Bernabéu y La Rosaleda.

Ninguno de ellos se hubiera imaginado tal situación cuando durante el pasado verano deslumbraron a parte del panorama futbolístico internacional. Uno con Costa Rica y otro con México, se hicieron hueco entre los protagonistas de una cita mundialista, allá donde todos sueñan con tener un momento de gloria. Y vaya si lo tuvieron.

Keylor Navas guió a los costarricenses hacia unos cuartos de final -en los que cayeron ante Holanda- históricos para el combinado nacional centroamericano. Costa Rica esquivó al destino y destapó las vergüenzas de Inglaterra, Italia y Uruguay en uno de los llamados 'grupos de la muerte', plantándose en unos octavos de final en los que de nuevo el guardameta se erigió como protagonista. Contra el exportero del Levante se estrelló Gekas en una tanda de penaltis que a Costa Rica le dio la espalda en cuartos. Sin perder ningún partido, y con tan solo dos goles encajados en todo el campeonato, los ticos se despidieron de Brasil encumbrando a un Navas nombrado mejor jugador en tres de los cinco encuentros disputados.

En el caso del mexicano, octavos de final fue su barrera y Holanda su mismo verdugo. Para entonces, el ahora portero del Málaga ya se había exhibido. Con un partido para el recuerdo, rescató a la tricolor del naufragio ante la anfitriona, además de colaborar en la eliminación de Croacia, apeada a la primera.

Sin embargo, acabó el Mundial y el radiante futuro de ambos dejó paso a la realidad con la que se encontraron, y con la que han llegado al final de temporada. Keylor Navas llegó al Real Madrid para luchar por el puesto de titular con Iker Casillas, tras unas temporadas convulsas en la portería de Concha Espina. Pero, pese a llegar como alternativa, su historial contempla poco más de 1.000 minutos de juego, distribuidos en seis partidos de Liga, tres de Copa del Rey y dos de Liga de Campeones.

Peor le fue al 'Memo', que solo encontró en la Copa y en sus seis encuentros disputados -alrededor de los 540 minutos- un resquicio a su periplo por el conjunto de Martiricos, siempre por detrás de un inquebrantable Kameni. Con el telón echado, y después de un curso con menos minutos de lo esperado, el futuro del tercer y séptimo mejor portero del 2014 -Keylor Navas y Guillermo Ochoa, en ese orden- según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) es incierto. El madridista se enfrenta a la continuidad de Casillas y al posible fichaje de otro guardameta, mientras que el del Málaga lo hace con un Kameni que no parece vaya a moverse de La Rosaleda, hechos incontestablemente relacionados al futuro de dos héroes mundialistas caídos en el olvido. Sergio Romero vive un caso similar.

En una situación parecida está el argentino, aunque no por ello novedosa. Pese a su paso de puntillas por Mónaco, donde participó en nueve encuentros a lo largo de la 2013-2014, Alejandro Sabella depositó en él la responsabilidad de proteger a la albiceleste en Brasil. El guardameta no desentonó en una Argentina que alcanzó la final de Maracaná perdida ante Alemania, pero tras ella regresó a la Sampdoria, propietaria de sus derechos y donde solo ha disputado 11 encuentros en la campaña que ahora echa el cierre.