Crawford noquea a Dulorme y se corona campeón

Terence Crawford obtuvo el título vacante de los superligeros por la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al conseguir un nocaut técnico en el sexto asalto sobre el puertorriqueño Thomas Dulorme.

La pelea fue detenida luego de que Crawford derribara a su rival en tres ocasiones durante el round.

Crawford permaneció invicto, validando su condición de amplio favorito, en su primera aparición en las 140 libras. Ganó el título ligero de la OMB hace 13 meses y lo defendió en dos ocasiones en su ciudad natal Omaha, Nebraska.

La pelea PROGRAMADA a 12 asaltos se dio una semana antes de que Crawford, ahora 26-0 con 18 nocauts, viajara a Nueva York para recibir su galardón como púgil del año por parte de la Asociación de Escritores de Box de Estados Unidos.

Al término de la pelea, el promotor Bob Arum gritó: "¡Por eso es el peleador del año!".

Dulorme, de 27 años, dejó su foja en 22-2. Venía de ganar sus últimos seis combates desde que bajó de peso tras ser noqueado por el argentino Luis Carlos Abregu en su combate en peso welter en octubre de 2012.

Crawford fue mesurado durante los dos primeros rounds ante el agresivo Dulorme, quien llegó al ring con un casco y pechera de gladiador. Dulorme tomó la iniciativa en los primeros instantes del combate.

Pero en el tercer asalto, hubo un rápido intercambio de golpes y un fuerte impacto al cuerpo por parte de Crawford.

Hubo momentos en el cuarto y quinto episodio en los que Crawford sonrió o movió la cabeza luego de recibir golpes de su rival. Al final del cuarto asalto el estadounidense tuvo acorralado a Dulorme en una esquina, donde lo castigó con dos sólidas derechas.

Crawford también sonreía al final del quinto round, y llegó al sexto LISTO para terminar la pelea.

Luego de una sorpresiva derecha, Crawford volvió a conectar, derribando a Dulorme por primera ocasión. Entonces, desató una oleada de golpes, provocando una nueva caída. Cuando Dulorme se puso de pie, el ahora campeón volvió a descargar, y la pelea llegó a su fin mientras el boricua se tambaleaba cerca de su esquina.