Panamá estuvo pendiente al récord del dueño del cutter

Panamá estuvo pendiente al récord del dueño del cutter
Panamá estuvo pendiente al récord del dueño del cutter
Redacción TVMAX
20 de septiembre 2011 - 15:17

Los panameños se pegaron al televisor para ver a Mariano Rivera alcanzar en Nueva York la marca de más partidos salvados en la historia de las Grandes Ligas, un hito que cautivó y paralizó el país. Panamá se volcó en resaltar la figura del lanzador de 41 años y lo colocaron a la altura de otros ídolos que llenaron de gloria a Panamá, como el también beisbolista Rod Carew, el boxeador Roberto Durán, el jinete Laffit Pincay hijo y el atleta Irving Saladino. Aquel lanzamiento que todos saben que va a hacer, pero es difícil de ser castigado, ese es el cutter de Mariano Rivera su arma, como la bautiza el mismo “El regalo de Dios”. Ese lanzamiento en recta que lleva la rotación más fuerte conocida, que a metros de llegar al plato se desliza así las esquinas como esquivando el bate. "¡Qué alegría tan grande nos regalas Mariano... Panamá entero celebra con orgullo esta gran hazaña!", destacó el presidente Ricardo Martinelli a través de twitter. Pero a lo largo de la brillante carrera de Rivera con los Yankees no todo ha sido luna de miel entre el pitcher nacido en un pueblo pesquero y sus coterráneos. Muchos panameños recriminaron a Rivera por no vestir la camiseta nacional en torneos como el Clásico Mundial o por considerar que se olvidó de sus raíces humildes. El lunes, sin embargo, este país de 3,4 millones de habitantes que creció bajo la influencia de Estados Unidos y del béisbol, se detuvo ante la proeza de Rivera. El taponero de los Yankees sumó su salvamento 602 en 674 oportunidades en la victoria por 6-4 contra los Mellizos de Minnesota, para dejar atrás el récord del estadounidense Trevor Hoffman (601), que dos días antes había igualado en Toronto. Rivera, quien subió a la loma inicialmente como abridor de los Yankees en 1995, alcanzó una estadística que lo inmortaliza al cabo de 17 años en las mayores y cuando aún le falta un año de su contrato por dos temporadas con Nueva York. Ese número mágico de 602 rescates lo antecede un cúmulo de estadísticas impresionante que ha impuesto a nivel de su equipo y las Grandes Ligas, como los 42 salvamentos alcanzados en postemporada. También cuenta con 12 apariciones en el Juego de Estrellas y cinco anillos de Serie Mundial (1996, 1998, 1999, 2000 y 2009). Muchos intentan, saben cómo hacerlo “Pero no lo pueden perfeccionar” dice Rivera, sobre el lanzamiento que ha dominado a los rivales por todos estos años. Muchos lanzadores han intentado vagar con este lanzamiento, pero nadie como Rivera ha podido dominarlo. La hazaña de Rivera trajo a la memoria de los panameños el vibrante episodio que regaló Carew cuando alcanzó los 3.000 hits a mediados de la década de los 1980. Carew, quien fue un maestro con el bate, es el único panameño que integra el Salón de la Fama del béisbol. Algunos panameños comentaron en las redes sociales que ahora cuando se hable de Panamá en el extranjero, se hará referencia no sólo al canal interoceánico y a Durán el legendario pugilista que ganó cuatro títulos mundiales en categorías diferentes sino que se nombrará a Rivera. A la gloria de Rivera se suma otros grandes hitos logrados por panameños: Pincay hijo como uno de los jinetes con más victorias en la hípica estadounidense y Saladino, quien en su especialidad de salto largo le regaló a este país la primera medalla de oro en un Mundial de Atletismo (2007) y en unos Juegos Olímpicos (2008). Saladino se preguntó la víspera en su cuenta de Twitter "Por qué el panameño destruye al panameño", en referencia a las voces críticas que tiene Rivera en su propia tierra ya por largos años. "Yo estoy orgulloso de Mariano y de todos los panameños en el ámbito deportivo. Los apoyo a la mil (en todo)", agregó. Una de las cuestiones que se le reprocha a Rivera es no haber mostrado interés de participar con Panamá en las dos ediciones del Clásico Mundial de béisbol organizados por Grandes Ligas y en los que vistió la camiseta canalera otro pelotero panameño que se destaca en las mayores, Carlos Lee. Panamá fue eliminado temprano en las dos versiones. Rivera dijo en una entrevista para Tvmax que "Lastimosamente no la he podido usar (la camiseta nacional), pero siempre he querido hacerlo. Me gustaría hacerlo". "Amo a mi país. Panamá es la patria donde nací y donde me hice hombre", expresó. "Yo estoy agradecido con Nueva York. Pero yo soy panameño. No cambio mis raíces por nada". "Mo" Rivera, como se le apoda en Nueva York, nació en Puerto Caimito, ubicado a unos 60 kilómetros al oeste de la capital. Allí a orillas de la playa se crió y desde niño jugó béisbol con pelotas de trapo y guantes de carton. Solía lanzar piedras contra los cocos de las palmeras. Pero Luis Barría, un trabajador de la construcción, piensa distinto. "Mariano hizo que amaramos a los Yankees, que sintiéramos ganas de ver cada partido (de Nueva York) como nunca antes. Siento orgullo cuando lo elogian a él; es más, se me eriza la piel", manifestó. Durán, el conocido "Mano de Piedra", está mucho más metido en el corazón de los panameños. Su estilo sincero y jocoso al hablar contrasta con la frialdad y seriedad de Rivera. Carew también generó debates por el hecho de que nació en un poblado a orillas del canal y se fue a temprana edad con su familia a Estados Unidos. El más importante estadio lleva su nombre, aunque él no ha querido dirigir a Panamá en el Clásico Mundial. Para los panameños Mariano Rivera es querido o no grato, eso puede, como no puede cambiar algún día, pero lo que si no se puede ignorar es la historia deportiva que ha alcanzado el lanzador de Puerto Caimito, que será conocida por generaciones futuras.

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