Steve Kerr se arriesgó para ganar

Los Golden State Warrios lograron imponerse a los Cleveland Cavaliers en el cuarto partido de las finales de la NBA, igualando la serie 2-2. Steve Kerr, entrenador de los Warrios, tenía muy claro que su equipo debía ganar el partido para mantenerse con vida (y esperanza) en las finales. Y de qué manera ganaron. El equipo californiano aplastó a los Cavs de LeBron James con un impresionante marcador de 103-82, la anotación más baja de toda la serie. Además, los Warriors recuperaron las sensaciones positivas que habían perdido en los dos partidos anteriores.

Kerr decidió apostar por André Iguodala en lugar de Andrew Bogut, un quinteto pequeño con Barnes y Green como referencias interiores. El marcador inició con un 7-0, pero el técnico insistió en su idea de jugar con un cuatro abiertos para tratar de recuperar la movilidad de balón y la fluidez en el juego. Y funcionó. Los Warriors fueron entonándose y se pusieron por delante con una canasta de Klay Thompson. A partir de allí, serían los dueños del partido.

Kerr asumió el riesgo de bajar los centímetros de su equipo, lo que generó muchos problemas a la hora de cerrar el rebote. Los Cavs capturaron 16 rebotes ofensivos y Mozgov, pívot de los locales, presentó unos espectaculares números: 28 puntos y 10 rebotes. Pero era un riesgo que valía la pena asumir. Los californianos tuvieron una mejor circulación de balón (24 asistencias por 16 de su rival) y generaron tiros abiertos para Harrison Barnes, Draymond Green e Iguodala, que no fallaron. En total fueron doce triples, mientras que los Cavs solo transformaron cuatro. Los campeones del Oeste lograron imponer su ritmo, sin caer en la trampa de Cleveland.

Además, Iguodala desgastó desde el minuto 1 a LeBron, que firmó el peor partido de la serie en anotación con 20 puntos. ‘Iggy’ fue la sombra de un LeBron que ya no tuvo tantas facilidades y que se vio mermado por el desgaste físico que le ocasionó la presión de su rival. Iguodala, uno de los cambios del equipo, fue el máximo anotador junto a Stephen Curry, con 22 puntos.

Nada para nadie. A pesar del excelente rendimiento de los Warriors, la serie está igualada 2-2, por lo que no existen ventajas ni garantías, sobre todo ante un equipo con sed de títulos.