Embiid acabó hundido tras la eliminación de los Sixers

Una canasta de Khawi Leonard sobre la bocina acabó con las esperanzas de los Sixers

"Es un asco perder asi" dijo el jugador tras la eliminación de las semifinales de la NBA
"Es un asco perder asi" dijo el jugador tras la eliminación de las semifinales de la NBA
Afp
13 de mayo 2019 - 09:42

Joel Embiid tiene 25 años y ya es uno de los jugadores más dominantes de la NBA. All Star en las dos últimas temporadas, la espina que se le ha vuelto a clavar en una carrera a la que todavía le queda lo mejor por delante, es una derrota en playoffs demasiado temprana.

En 2018 su equipo cayó en segunda ronda ante unos Celtics plagados de baja porque, sobre todo, acumularon pecados de juventud e inexperiencia. Ahora, y tras eliminar a los Nets, llegaron vivos contra los rocosos Raptors a la última jugada del séptimo, pero ahí les fulminó un tiro imposible que rebotó cuatro veces en el aro de Kawhi Leonard.

El jugador que intentó taponar ese lanzamiento, el primer buzzer beater ganador en un séptimo partido, fue un Embiid que acabó roto, llorando amargamente y consolado por Marc Gasol, que le ha hecho la vida muy difícil a un jugador que arrastraba problemas de rodilla cuando llegó a las eliminatorias y luego ha pasado también por un proceso vírico. Sin embargo, ha sido el mejor jugador de unos Sixers sin relevo para él: en este séptimo partido, Greg Monroe jugó dos minutos y los saldó con un -9.

"Perder así, con ese tiro... después de una batalla tan dura...", dijo después del partido, todavía muy afectado, "Sentí que podíamos ganar. Se me pasaron tantas cosas por la cabeza... Es un asco. No lo puedo explicar, ahora, no sé. Es un asco".

Embiid tuvo palabras de agradecimiento para gesto de deportividad del mucho más veterano Marc Gasol: "Vino a hablar conmigo porque quería que supiera... intentó decirme que me iba a ir bien, que superaría momentos como ese e iría más allá en mi carrera". Y no quiso hablar sobre el Proceso, el nombre con el que se conoce a sus Sixers, creados a través de años de tanking industrializado y pensado para hacerse con jugadores como él y Ben Simmons: "No sé, ahora mismo no me importa un carajo el Proceso".

Cuando comience la próxima temporada, los Sixers pueden ser un equipo muy distinto. Acaban contrato tres de sus titulares (JJ Redick, Tobias Harris y Jimmy Butler) y su entrenador Brett Brown queda en una posición delicada ya que algunas informaciones apuntaban a que no seguiría en el equipo si no eran capaces de eliminar a los Raptors.

Después de una derrota tan dura, no quiso centrarse en su situación personal: "En la franquicia pueden contestar al respecto. Lo que creo es que este grupo de jugadores ha ido uniéndose, encontrando la cohesión necesaria. Nuestro quinteto es tan bueno como cualquiera en toda la NBA, y creo que hay que intentar mantenerlo junto en la medida de lo posible. Pero esa no es mi tarea. Lo que hay que hacer es intentar tener un banquillo más profundo sin perder la fuerza de nuestro quinteto".

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