Director de Correcaminos decidido a luchar con el material disponible

Con varias modificaciones Correcaminos de Colón se presentará a dar batalla en la semifinal de la Liga de las Américas. El campeón panameño, sin algunas de sus figuras, no renuncia a la ilusión de dar otra sorpresa.

Del equipo de Correcaminos de Colón que hizo una gran tarea en la primera fase a esta que encara la semifinal en Barquisimeto, Venezuela, habrá algunas diferencias significativas. Los compromisos contractuales en otras ligas hicieron que en esta etapa los panameños no puedan contar con varias figuras nacionales, como los casos del centro Jaime Lloreda, el alero Tony Bishop y el guardia Trevor Gaskins.

Para compensar estas ausencias Correcaminos sumará al veterano pivote Antonio García y al alero Omar Reed, quienes se sumarán a Muñoz, Pinnock, Oglivie, St. Rose y Steward, entre otros.

El entrenador uruguayo, Marcelo Signorelli, señaló que “me hubiera gustado repetir el mismo equipo, para darle continuidad al trabajo, pero fue imposible. Algunos jugadores están con contrato en otros equipos y no los liberaron para esta fase. Debemos respetar esa situación. Serán bajas sensibles, porque eran hombres importantes en nuestro esquema, sobre todo Lloreda, que además era el capitán”.

Más allá de esta contingencia, el entrenador no reduce sus objetivos y reafirma que “las expectativas son las mismas de la serie pasada, intentaremos quedarnos con una de las dos plazas clasificatorias y meternos en la Final Four. Solo que esta vez será mucho más difícil, porque enfrentaremos a rivales más difíciles y nosotros no tenemos todo nuestro potencial. Llegamos bien, con poco rodaje, pero con el deseo de ser competitivos”.

Signorelli todavía muestra el entusiasmo que provocó la clasificación de Correcaminos de Colón para la semifinal.

“El pase a semifinales fue muy valorada por todos, desde los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes y la propia afición del baloncesto panameño. No era fácil la tarea, porque era un grupo exigente. Aparecíamos como el equipo más débil, junto a Águilas de Colombia, pero dimos la sorpresa, eliminamos a uno de los favoritos, como Gimnasia de Comodoro Rivadavia, y nos metimos entre los ocho mejores del torneo”, reseñó el entrenador.

La actuación del equipo panameño fue positiva durante esa primera fase y Signorelli argumenta que “fue evidente que crecimos con el correr de los partidos. Comenzamos mal, con un debut por debajo de lo esperado. Águilas nos planteó muy bien el juego y nos costó imponer nuestro plan. Ya con Gimnasia fuimos más ordenados en ataque y mejoramos mucho la defensa, sobre todo controlamos los rompimientos e hicimos nuestro cerco reboteador, para dominar bien en el final. Contra Flamengo, a pesar de la derrota, mantuvimos algunas virtudes”.

Aun conservando las características del juego centroamericano, Correcaminos mostró más orden y paciencia en los partidos decisivos.

Sobre lo que cuesta imponer esa idea de juego, el entrenador uruguayo señaló que “en esos partidos tuvimos orden ofensivo y no nos apartamos del plan de juego convenido. Estuvimos muy aplicados en defensa, sobre todo con los tiradores. Ante Gimnasia contuvimos bien a Clancy y lo atacamos en la defensa de los bloqueos directos, algo que nos dio buen resultado”.

Correcaminos no hizo una preparación muy extensa para su debut en la Liga de las Américas. Sin embargo, lo compensó con la experiencia en varios de sus hombres, los que respondieron en instancias decisivas.

El entrenador del conjunto panameño destacó que “el grupo siempre dejó en claro su experiencia, pero también mostró compromiso desde el inicio de la preparación. Sería bueno para el equipo poder prepararse con más tiempo. Llegaríamos en mejores condiciones y se podría competir con mayores posibilidades”.

Texto: FIBA