Casos de dopaje marcaron la década deportiva

Ap
28 de diciembre 2009 - 11:16

MEXICO (AP) — Marion Jones era una de las figuras doradas del deporte en el albor de la década: ganadora de cinco medallas olímpicas en Sydney 2000, la estadounidense de la sonrisa destellante representaba una nueva era de superatletas para los que los récords parecían destinados a caer como fichas de dominó. Casi 10 años después, Jones es una especie de paria, un ejemplo ideal de la plaga que en gran medida marcó el deporte mundial en la década: el dopaje. El atletismo, ciclismo, béisbol y tenis fueron algunas de las disciplinas más afectadas por los escándalos de dopaje que tocaron —directa o indirectamente— a muchas de las figuras deportivas más destacadas de los últimos 10 años. El Tour de Francia, la competencia de ciclismo más importante del mundo, perdió parte de su atractivo y numerosos patrocinadores por una serie de escándalos que incluyeron despojar por primera vez del título a un campeón cuando en 2006 el estadounidense Floyd Landis arrojó positivo a niveles elevados de testosterona artificial. Jones, implicada en el escándalo de dopaje BALCO, confesó en 2007 que había utilizado esteroides durante la olimpiada de Sydney. Hace unos meses el COI le quitó oficialmente las medallas que ganó esos juegos. Su ex esposo y ex dueño del récord mundial de los 100 metros Tim Montgomery también incurrió en dopaje, en una lista de atletas de pista y campo muy larga para enumerar. Los escándalos fueron tan frecuentes, que la nube de la duda se cierne sobre deportistas que jamás arrojaron positivo. Lance Armstrong, ganador del Tour de Francia en siete ocasiones, ha tenido que defenderse una y otra vez de las acusaciones de dopaje, mientras que Usain Bolt, el hombre más rápido del planeta, llegó a reconocer que posiblemente siempre existirá la duda sobre sus logros. "Tan pronto empiezas a correr rápido surgen los problemas", indicó el velocista jamaiquino. "Se necesitan un par de años para que la gente empiece a creer que de verdad estás limpio". Tan pronto las organismos reguladores, encabezados por la Agencia Mundial Antidopaje, crearon pruebas para detectar ciertas sustancias, los tramposos se las ingeniaron para inventar nuevas drogas. A los esteroides comunes y corrientes le siguieron drogas más avanzadas como la hormona de crecimiento humano (HGH). Y después que se creó una prueba para detectar EPO —una hormona que aumenta la producción de glóbulos rojos en la sangre y mejora el rendimiento_, nació una versión avanzada llamada CERA. Una mención aparte para el béisbol estadounidense, un deporte que al comienzo de la década ni siquiera contaba con un programa antidopaje. Una vez se estableció el programa, en medio de gran presión del público y de agencias internacionales, los casos de uso de esteroides y otras sustancias para mejorar el rendimiento salpicaron a sus principales estrellas. Dos de los mejores jugadores de esta generación —el bateador Barry Bonds y el lanzador Roger Clemens— fueron acusados de utilizar sustancias para mejorar el rendimiento. Ambos lo han negado, pero encaran juicios por supuestamente mentir a las autoridades al respecto. Alex Rodríguez, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro, Manny Ramírez, Mark McGwire, José Canseco... todas superestrellas del béisbol que de una forma u otra se vieron involucradas en escándalos de dopaje. "Es horrible para el béisbol", comentó en mayo el jugador de los Yanquis de Nueva York Johnny Damon. "Basta con que ver la cantidad de superestrellas vinculadas, o alegadamente (vinculadas). Definitivamente esta era está empañada". Por supuesto, el uso de sustancias prohibidas para mejorar el desempeño no se inventó en los 2000. Sólo hay que remontarse a la década de los 70 y 80 para recordar el dopaje sistemático de atletas en el bloque soviético —especialmente en Alemania Oriental— y al famoso caso de Ben Johnson en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Pero una nueva era de telecomunicaciones, la implementación de mayores controles antidopaje y los casos de grandes figuras del deporte provocaron que cualquier logro deportivo que parezca extraordinario sea visto con sospecha por el público. Sin embargo, no todo fue negativo en la década, y ciertos logros individuales y colectivos hicieron olvidar los escándalos: -Brasil fue el país dominante en el fútbol al ganar Copa del Mundo de 2002, las Copas Confederaciones de 2005 y 2009, y la Copa América de 2003 y 2007. Como siempre, los brasileños produjeron algunos de los mejores futbolistas del planeta, encabezados a principios de la década por Ronaldo, seguido a mediados de la década por Ronaldinho, y con Kaká como portaestandarte a fines de los 2000. -El Barcelona de 2009 se convirtió posiblemente en el mejor club de fútbol en la historia al arrasar con los seis títulos que disputó, un logro sin precedentes: la Liga de Campeones, el mundial de clubes, el torneo español, la Copa del Rey, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España. Su astro argentino Lionel Messi coronó la temporada perfecta con los máximos galardones individuales, el Balón de Oro y el premio de la FIFA al mejor futbolista del año, para ganarse un puesto entre los más destacados de la década. -Zinedine Zidane (2), Ronaldinho (2), Ronaldo, Luis Figo, Fabio Cannavaro, Kaká, Cristiano Ronaldo y Messi fueron elegidos como los mejores futbolistas del mundo. -Contra todo pronóstico, Argentina gana la medalla de oro de básquetbol masculino en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Fue una caída de gran altura para el básquetbol estadounidense, que desde la integración de jugadores de la NBA a su programa olímpico en Barcelona 1992, había arrasado con el primer puesto del podio. La "generación dorada" de Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni y compañía consiguió el bronce dos años después en el mundial de Japón, y las cosas volvieron a la normalidad en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 donde con astros como LeBron James y Kobe Bryant, Estados Unidos reconquistó el sitial de honor. -Bolt cerró la década con broche de oro con sus impresionantes muestras de velocidad en la olimpiada de 2008 y el mundial de atletismo de Berlín en 2009. En Beijing, el espigado corredor quebró los récords mundiales de los 100 y 200 metros, además del relevo 4x100 con el equipo de Jamaica, y este año volvió a hacerlo en la capital alemana, donde dejó las marcas de los 100 y 200 en tiempos casi intocables: 9.58 y 19.19 segundos, respectivamente. -Roger Federer se convirtió quizás en el mejor tenista de la historia al romper el récord de Pete Sampras con 15 títulos de Grand Slam, el más reciente a mediados de 2009 en Wimbledon. El suizo logró un Grand Slam para su carrera al completar los cuatro majors con el trofeo del Abierto de Francia de este año, y desde 2004 pasó la mayor parte de la década como el número uno del ranking. -Michael Schumacher consiguió cinco de sus siete títulos mundiales de la Fórmula Uno a partir de 2000 (2000, 2001, 2002, 2003, 2004), todos con Ferrari. El pilotos alemán fue uno de los deportistas mejor pagados de la década y logró una fama internacional difícil de igualar. Schumacher se retiró con Ferrari en 2006. -El nadador Michael Phelps eclipsó la marca de Mark Spitz de medallas de oro en una olimpiada al ganar ocho en los Juegos Olímpicos de Beijing. El estadounidense pasó a ser considerado por muchos como el mejor atleta olímpico y el mejor nadador en la historia con su botín de 14 medallas de oro entre los juegos de Atenas 2004 y Beijing 2008. -Tiger Woods elevó la popularidad del golf a niveles insospechados y destrozó récords de ganancias económicas. El estadounidense conquistó 12 de sus 14 títulos de majors a partir de 2000, y quedó a cuatro del récord de Jack Nicklaus. Con Woods como su principal figura, los niveles de audiencia de la PGA aumentaron como nunca, y sufrieron en su ausencia. La próxima década comenzará rodeada por incertidumbre para Woods y la PGA luego que el golfista de 33 años anunciara que se alejaría indefinidamente del deporte para tratar de salvar su matrimonio tras una serie de escándalos de infidelidades.

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