Brasil busca la final ante el anfitrión

Ap
25 de junio 2009 - 10:08

JOHANESBURGO (AP) — El sonido de las vuvuzelas, las ruidosas cornetas de plástico que soplan los sudafricanos, podría ser el único impedimento capaz de frenar el pase de Brasil a la final de la Copa Confederaciones cuando el jueves se mida a la selección local. De menos a más en el torneo de ensayo para la Copa Mundial del año próximo, incluyendo una tunda 3-0 sobre Italia en el cierre de la primera etapa, Brasil asoma infinitamente superior ante una Sudáfrica que carece de una figura renombrada y que se clasificó raspando a las semifinales. Mientras Brasil marcó 10 goles en la primera ronda, Sudáfrica cuenta con apenas los dos que Bernard Parker anotó contra Nueva Zelanda, el equipo más débil de los ocho en competencia. Sudáfrica espera que tener a un brasileño como técnico pueda ayudarle para dar el campanazo en el Ellis Park de Johanesburgo, pero el propio Joel Santana entiende que existe un mundo de diferencia entre ambos equipos. Cuando medios brasileños le preguntaron que comparara, el técnico de los "Bafana, Bafana" lo hizo en forma ingeniosa al decir que Brasil es como una Ferrari y Sudáfrica un auto económico. "Si te doy a escoger entre una Ferrari y un carro popular, ¿cuál escoges? Por supuesto que la Ferrari. Este es el caso de la selección brasileña, que se puede dar el lujo de marginar a Adriano, Ronaldinho y al Fenómeno (Ronaldo)", dijo Santana. Pero Brasil no se toma a la ligera al rival, al tener presente que cuando debutaron se llevaron un susto tremendo al ganarle a Egipto, el campeón africano, por 4-3 gracias a un gol de penal de Kaká en el último minuto. Egipto les jugó con velocidad, aunque la excusa de la "Canarinha" fue que sus jugadores sufrieron un "apagón" en el segundo tiempo, al sentir los efectos del cansancio tras un largo viaje y no estar adaptados al cambio de hora. Ha pasado más de una semana y media tras ese partido y se nota que la maquinaria de Brasil, con el tridente ofensivo conformado por Kaká, Robinho y Luis Fabiano, está engranando. "Ningún partido contra el equipo anfitrión es fácil", dijo el técnico Dunga, descartando el argumento de que el local es el rival más débil que les pudo haber tocado. "Están en las semifinales por algo. Le hicieron un partido a España y han ido mejorando". Lo que avizoran como desafío es que Sudáfrica se encierre atrás, al igual de jugarle a un oponente con una superlativa motivación para conseguir un triunfo que desataría una "fiesta nacional", como avisó Luis Fabiano. Para lograrlo, Sudáfrica se tiene que despojar de cualquier complejo de inferioridad. "No podemos verlos como si estuviesen en un pedestal", dijo el arquero Rowen Fernández, uno de los cuatro jugadores de la Sub23 que venció a Brasil en los Juegos Olímpicos de Sydney. Santana añadió que "no hay opciones si jugamos los 90 minutos a la defensiva". Lo único garantizado en el Ellis Park será el ruido ensordecedor de las vuvuzelas, que para los visitantes resulta molestoso. "He estado en muchas canchas y nunca había escuchado un ruido tan infernal", indicó el lateral brasileño André Santos. "Si es algo que puede tener un beneficio sicológico para nosotros, ojalá que tengamos el estadio lleno y que soplen más fuerte que nunca", indicó el arquero Fernández. Brasil sólo acusa la baja del lesionado Juan y Dunga baraja entre Luisao y Miranda para acompañar a Lucio como marcador central. Ramires, la revelación del equipo, podría seguir en el mediocampo en lugar de Elano. Sudáfrica tiene en duda a Parker debido a un golpe en la rodilla que sufrió en un entrenamiento el miércoles. Ambas selecciones se han enfrentado en dos ocasiones previamente con victorias para Brasil en 1996 y 1997. El partido arrancará a las 20.30 (1830 GMT).

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