El béisbol español habla con acento caribeño

Ap
18 de septiembre 2009 - 15:47

MADRID (AP) — El béisbol español es un pequeño combinado caribeño. De los 24 jugadores que defienden los colores de la selección nacional en el mundial de béisbol, 15 son nacidos en Venezuela, tres en Cuba, tres en República Dominicana y sólo tres en España. El entrenador, Mauro Mazzotti, es italiano. En un país en el que el fútbol es el indiscutible rey de los deportes, el béisbol se abre camino a nivel internacional a golpe de nacionalizados. Por primera vez en su historia, España superó la primera fase del campeonato mundial y en la segunda, que se disputa hasta el domingo en Holanda, España venció por 8-1 a Venezuela, una potencia de esa disciplina. España perdió el viernes por 9-5 ante Nicaragua y quedó con marca de 1-4 en la segunda ronda. Remigio Leal es un lanzador de origen cubano. Tiene 45 años y, con su veteranía, se ha convertido en una de las referencias de esta novena con sabor latinoamericano. Casado con una española, Leal llegó a Europa en 1999. "Entiendo que para la afición es un poco extraño", relató en una entrevista telefónica desde Holanda, donde sigue concentrado. "Pero se está jugando con ganas y sentimiento". Leal dice que hay buena química en general y que los jugadores caribeños han contribuido a reforzar el equipo y mejorar notablemente su calidad. "En el vestuario no pensamos de donde somos", explicó. "Contra Venezuela, por ejemplo, se jugó con ganas. Demostramos ser la selección española". Manuel Oliveira, también lanzador, es uno de los tres jugadores nacidos en España que conforman la plantilla. Con 31 años y 15 defendiendo la selección, asegura que no se siente un extraño. "Yo he vivido todo ese proceso de cambio en la selección. Desde ser todos nacidos en España hasta ahora, que sólo somos tres", dijo. "Yo veo todo normal. Ellos son tan españoles como nosotros". Oliveira considera que el nivel del béisbol nacional ha subido como la espuma gracias a los extranjeros. Para Javier Mateu, uno de los técnicos de la Federación Española de Béisbol y Sóftbol, la realidad del equipo es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad española, donde poco menos de la mitad de los 4,5 millones de inmigrantes legales son de origen latinoamericano. En España, el béisbol es un deporte minoritario. Diez equipos compiten en una liga semiprofesional que se juega durante cinco meses. Sin embargo, en los últimos años, los conjuntos nacionales han comenzado a pescar talentos fuera de sus fronteras, sobre todo en Venezuela. "No nos engañemos", explicó Mateu. "La mayoría de extranjeros, salvo algunos por cuestión familiar, vienen aquí (España) por dinero. Ganan más dinero jugando en nuestra liga que no en la liga venezolana". El equipo de los Marlins de Tenerife, ganador de los cinco últimos títulos de la liga española, es uno de los que más ha explotado este filón, aprovechando los lazos de sangre que unen las Islas Canarias con Venezuela. Los padres y los abuelos de algunos de estos jugadores son españoles que emigraron a Venezuela durante la guerra civil (1936-1939) y la posterior dictadura de Francisco Franco, y es más fácil tramitar su residencia o ciudadanía. Otros deportistas se han casado con españolas y también existe el caso de personas que han conseguido el pasaporte después de haber vivido durante muchos años en el país ibérico. "Los extranjeros que juegan en España son personas integradas, que llevan aquí mucho tiempo", añadió Mateu. "Además, durante el invierno se marchan a jugar la liga venezolana". La primera vez que España utilizó este sistema de selección de jugadores nacionalizados fue en el campeonato europeo de 2007, donde estuvo peleando hasta el último momento por una plaza en los Juegos Olímpicos de Beijing. A corto plazo, Mateu asegura que el objetivo de España es ganar el campeonato de Europa de 2010. "A nivel mundial, sabemos que no podemos competir. Podemos hacer un papel digno, pero nunca vamos a ganar a potencias como Estados Unidos, Cuba o Japón", señaló. "Ganar a un equipo como Venezuela es un hito". Mientras tanto, Mateu dice que soñar es gratis y que quizá pueda verse a esta España en la fase final del mundial. Le restan dos partidos ante Gran Bretaña y Corea. "¿Por qué no? Podríamos estar en las finales", dijo.

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